Muchas veces siento que estoy
en un sitio que no es el mío, no sé. Quizás ahora sea el síndrome premenstrual
quien habla pero es una sensación extraña.
A veces miro a mi alrededor y
pienso… ¿Qué hago aquí? ¿Por qué me siento tan incomprendida? Es como si
tuviera que justificar constantemente mi forma de pensar o de vivir pero
sabiendo que el de enfrente ni si quiera entiende lo que digo.
Sí que es cierto que la soledad
atrapa y quizás sea ese uno de los motivos por los que así me encuentro, que
estoy mejor sola que perdiendo mi tiempo con cualquieres.
En lo que va de semana he oído
varios:
– “No comes bien porque tienes ansiedad”: no como bien porque me
olvido de comer, me concentro al ordenador y para cuando quiero darme cuenta
son las 4 de la tarde y no tengo ganas de ponerme a hacer una sopa de marisco
recién pescado y me conformo con una ensalada rápida y ni siquiera esto es todos los días, es a veces.
– “No descansas porque tienes ansiedad”: no he dicho que no descanse,
porque si que lo hago y vengo durmiendo unas 7,5h todos los días, cosa que no
puede decir todo el mundo.
– “Te apetece tomar un tazón de leche porque tienes ansiedad”: no me
apetece porque tenga ansiedad, me apetece porque desde que tengo uso de razón
me gusta tomarme un colacao fresquito como merienda y es una manía tonta que
tengo.
Demasiados médicos sin
titulación hay por el mundo. Viví 7 años de mi vida con ansiedad y ataques que
me paralizaban hasta el puno de dejarme sin vista y terminar en el hospital.
Pasé por ictericia, por caída del pelo, brotes de dermatitis en todos el
cuerpo, brotes de rosácea en la cara con inflamación y que solo se quitaban con
cortisona, por enfermedades provocadas por el propio estrés… sinceramente, creo
que de la ansiedad algo se y soy capaz de identificar los síntomas antes de que
llegue y no, AHORA NO TENGO NI UNA GOTA DE ANSIEDAD.
Que no entiendas mi forma de
vivir no es ansiedad, ni tampoco que no comprendas que pueda estar a más de una
cosa solo porque tú no puedas hacerlo.
Absolutamente todo lo que hago me llena
y me hace feliz, estoy en el punto en el que quería estar que es disfrutando de
mi vida, de mi tiempo, de las personas que me aportan y de lo que yo he elegido
(no sin esfuerzo), así es que, quizás, la próxima vez que alguien se atreva a
decirme como debo vivir, debe empezar a plantearse si es lo mío lo que no está
bien o es lo contrario, porque no voy a volver a aceptar una crítica
destructiva de alguien que no ha construido nada.
Y, sin venir a cuento, me
reitero en la frase que tanto uso últimamente: “ya lo vamos viendo” que engloba
desde un… “no me importa una mierda lo que me estás proponiendo pero es brusco
decir que no tan de golpe” hasta un “sigue, sigue con tu psicoanálisis, que ya anotaré en una libreta invisible todas esas opiniones de mierda que ni te he pedido”.
A quienes me leéis, tened un
buen día en que no quede nada por hacer, demasiada gente haciendo nada hay por
el mundo.