Lo que son las cosas, lo que cambia la vida, las vueltas que da, la de gente que aparece y desaparece de tu vida en días, la cantidad de personas que durante un tiempo son super importantes y que cuando se van no dejan ni marcas, y por el contrario, la cantidad de gente que sin querer te marcará para siempre.
La cantidad de personas que entran, remueven tu mundo y se van, la de personas que pasarán sin pena ni gloria, las que te sacarán una sonrisa, las que te harán llorar, las que te dirán las cosas que quieres oír y te regalarán los oídos, y las que te dirán justamente todo lo contrario.
Las que aprenderán a quererte como eres, y las que te envidiarán. Las que te demostrarán que están a la altura y las que lo dirán pero no lo harán.
Las que se preocuparan de ti en tu día a día y con las que compartirás mil momentos geniales, y las que harán todo lo posible por enturbiar todo eso solo por el puro placer inconsciente de verte sufrir… y entre todo ese caos….
Apareces tu, con dos frases grabadas a fuego en mi cabeza, la primera fue al poco de conocernos, me dijiste «no sonrías bajo el agua» y me lo anoté en la mano para recordarte. Cada vez que lo veía me hacía sonreír… y así llevo desde entonces, me siento genial a tu lado, me haces sentir alguien especial, estás pendiente de mi, y disfruto mucho del tiempo cuando estoy contigo, ya sea viendo una película, o tomando algo en cualquier bar.
No te quiero lejos, no puedo tenerte lejos, eres importante, en poco tiempo has aliviado mi conciencia y has cambiado mi forma de vivir, eres especial por ti mismo y me encanta.
Para ti, solo por y para ti…..